Una simple y poderosa táctica para cuando las ideas no fluyen
Un día de tantos estás trabajando y de repente, tan inesperado y tan molesto como la lluvia cuando hay ropa tendida en la azotea, las ideas se van.
No sabes a dónde han ido, no sabes por qué han dejado de fluir. Y lo malo es que el fluir de las ideas siempre es algo a lo que nos acostumbramos cuando tenemos un negocio. Las ideas son necesarias para muchos aspectos de nuestra vida.
Al grano. La simple y poderosa táctica es cambiar de tipo de actividad. Ahora lo interesante es el cómo.
Esto lo he puesto en práctica desde que me lo enseñaron en la escuela de mi hijo, y cuando lo comprendes es muy sencillo:
Aunque hay muchos enfoques sobre el ser humano, a grandes razgos y para este post, vamos a suponer que todos tenemos una parte intelectual, una emocional y una volitiva.
Dicho en otras palabras, todos pensamos, sentimos y actuamos. Si estás en una tarea de pensar y de repente las ideas se van, enfoca la energía hacia el área emocional.
Esto también nos afecta por ejemplo cuando estamos trabajando, nos cansamos y queremos ir a acostarnos para dormir. Sucede que no se puede, pues en la cabeza seguimos pensando en el proyecto y no podemos descansar. Queremos pasar directamente del pensar a la acción de dormir, y no se puede, pues debemos primero pasar por la emoción. Entonces, antes de acostarte, canta alguna canción, cuéntate un chiste o mira alguna serie, algo que te ayude a tener emociones agradables y ahora si, ve a descansar.
Si lo que quieres es que fluyan las ideas, el proceso es el mismo: haz algo que te emocione como tocar algún instrumento, leer o bailar. Después realiza una actividad que exija cierto esfuerzo. Después nuevamente haz algo que te emocione y termina de nuevo en la actividad de pensamiento.
Y no abuses, cuando el pensar se cansa, puedes aplicar este ir y venir hacia la actividad, pero también dale a tu cuerpo el descanso que te está pidiendo.
Es una táctica muy simple y efectiva, pruébala y verás que tu ritmo cambia para mejor 🙂